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Al fin pude ir de viaje a Nueva York



Todos tenemos ese viaje soñado dentro de nuestras metas por cumplir. Los más tradicionales quizás apuntan al viejo continente, el tan anhelado “Tour Europeo”, otros quizás prefieran destinos más exóticos, qué sé yo, Japón, Corea o incluso Tailandia.


Lo cierto es que yo toda mi vida quise conocer “la gran manzana”. Esa misma que aparece en toda clásica película estadounidense. Mi deseo por visitar Nueva York era tan grande y tan profundo que me vi en la necesidad de aprender que para cumplir una meta se necesita de una planeación. Y no me refiero simplemente al hecho de organizar los lugares por visitar, lo que yo aprendí fue sin duda la herramienta clave que me permitiría cumplir todas mis metas.


La historia empezó a inicios de año, la verdad a todos nos cuesta reconocerlo pero siempre que inicia un nuevo año nos llenamos de metas y objetivos que sabemos muy difícilmente vamos a cumplir. Pero yo tenía algo claro, mi viaje a Nueva York era prioridad. Me gustaba imaginarme viendo las luces de Time Square y paseando en bicicleta por el Brooklyn Bridge. Me la pasaba soñando despierta con ello una y otra vez, de alguna manera ese pensamiento me daba fuerzas para enfocarme y poder hacerlo realidad. Aunque sabía en el fondo que no iba a ser tan sencillo de lograr. Resulta que inicié mi año con algunas deudas encima, sin duda sabía que eso sería un factor que jugaba en mi contra para lograr mi meta, pero aún así no me desmotivaba en lo absoluto.


Lo primero que hice fue elaborar una lista de mis deudas. Establecí cuáles eran las que consideraba necesitaba pagar desde ya, para que no interfirieran con mis metas de ahorro y entonces me enfoque en liquidarlas. Afortunadamente mi aguinaldo y vacaciones que había recibido en diciembre pasado se encontraban completos, así que con ese dinero pude dar marcha a mi plan de liquidar deudas. Durante el primer trimestre me dediqué a pagar deudas, una a una hasta saldar todas, así que era momento de iniciar un ahorro formal para mi viaje tan soñado. Para ello, lo primero fue establecer un presupuesto, me vi en la tarea de volverme una “cazadora” de paginas para encontrar ofertas y así fue como di con mis vuelos. También descubrí cuál era la mejor temporada para viajar, los precios disminuyen considerablemente si programas tu viaje durante temporada baja.


La idea era pasar cinco días en Nueva York. Mi presupuesto lo calculé en $12,500.00 para vuelos más hotel en una zona bastante céntrica, lo cual me daba la posibilidad de tomar el metro para moverme a lo largo de la ciudad. En total determine un presupuesto de 90 USD por día que gastaría en alimentos y transporte, destiné otros 65 USD por día para souvenirs y me encargue de buscar los boletos para las atracciones que me interesaban en línea y con descuento. No podía creer lo mucho que disminuían los precios por el solo hecho de comprar en línea y con anticipación. Así fue como establecí un presupuesto de alrededor de $31,360.00 para mi viaje soñado, una cantidad que me parecía justa para el viaje que me planeaba regalar.


Después de tener el presupuesto establecido lo que quedaba era una planeación para el ahorro, me enfoque en cubrir mis gastos diarios y uno que otro gustito pero solo de vez en cuando durante los próximos seis meses. Con mucha perseverancia y esfuerzo, en total pude ahorrar casi el 50% de mi sueldo y con ello conseguí inclusive más de mi presupuesto inicial, me sentía soñada.


Mi viaje lo realicé a principios de octubre y puedo decir que fue una de las mejores experiencias de mi vida. Además que ahora entiendo cual es la clave para seguir viajando y no solo eso, también para lograr todas mis metas: ahorro y planeación.


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