Mi fondo de emergencia me salvó después de perder mi empleo
Actualizado: 21 sept 2022

Los imprevistos y emergencias pueden ocurrir en cualquier momento y estar preparados para afrontarlos es de gran importancia. Esta es la historia de cómo mi fondo de emergencia me salvó de pasar por un mal momento después de perder mi empleo.
Todo comenzó hace dos años durante mis últimos semestres de universidad, yo me encontraba en un buen momento de mi vida. Tenía un buen trabajo, maravillosos amigos y un hogar que empezaba a lucir como siempre lo había soñado. Ese era mi principal objetivo: quería que mi departamento luciera tal como lo había diseñado yo.
Yo era una novata casi graduada de la carrera de diseño de interiores pero me consideraba buena, así que mi propio hogar iba a significar mi primer desafío. Todo iba bien hasta que sucedió lo inevitable. Un día mientras terminaba mis deberes en mi trabajo de medio tiempo, el jefe nos anunció que debido a la propagación de la pandemia del COVID-19 todos teníamos que permanecer en nuestros hogares en cuarentena. Yo me encontraba muy preocupada debido a que no tenía idea de qué me esperaba. Fue en ese momento que decidí detener mis planes de re-decorar mi departamento y destinar todo ese dinero a mi fondo de emergencia.
Un fondo de emergencia es una cantidad de dinero que tenemos reservada y a la que solo accedemos en caso de tener que afrontar un imprevisto. Esta cantidad de dinero podemos disponerla en una cuenta o depósito aparte, separado del resto de nuestros ahorros, para asegurarnos de no gastarlo, salvo para esos gastos inesperados que puedan surgirnos.
Contar con un fondo de emergencia me hacía sentir más segura pero nunca imaginé que verdaderamente me salvaría la vida. Los días pasaban mientras me encontraba en cuarentena en mi departamento cuando sucedió lo que ya presentía. Mi jefe me llamó para informarme que debido a que la situación no era la más favorable para la empresa, se veían obligados a recortar personal y claro yo era una de las personas que se quedaban sin trabajo. Me sentí muy desesperada ya que era claro que encontrar un nuevo empleo en medio de una pandemia iba a resultar el doble de difícil. Me pasé los siguientes días entre terminando trabajos de la universidad y buscando empleo por internet. No tuve éxito hasta que encontré una muy buena opción que era home office, mandé mi currículum y para celebrar me serví una muy buena cantidad de helado. Me encontraba viendo una película cuando empecé a sentir que me faltaba el aire, me asusté muchísimo y no supe qué hacer así que llamé a primeros auxilios. Cuando los paramédicos llegaron me revisaron y me dijeron que estaba teniendo una reacción alérgica al helado que había comido minutos antes. Yo no podía creerlo, ¡lo que me faltaba! Me indicaron que necesitaba acudir al hospital para que me revisara un doctor y me recetara el medicamento correspondiente. En esos momentos me empecé a sentir peor y lo siguiente que recuerdo es haber despertado en una cama de hospital.
Cuando desperté el doctor me explicó que había sufrido un desmayo debido a que había estado manejando altos niveles de estrés en los últimos días y que eso me ocasionó una reacción alérgica inflamatoria que me impedía respirar con normalidad. Me pidió quedarme las próximas 24 horas en el hospital para verificar que todo anduviera con normalidad y entonces podía irme. La verdad es que lo primero que se me vino a la mente fue en cómo iba a pagar si ya no contaba con el seguro de gastos médicos de mi trabajo anterior, mi única opción era pedir ayuda a mis padres o en última instancia: endeudarme. Todo parecía perdido hasta que recordé el dinero de mi fondo de emergencia. Como un milagro el dinero era suficiente para cubrir la cuenta del hospital así que no lo dudé y decidí usarlo para este imprevisto.
Al siguiente día me sentí mucho mejor y me dieron de alta. Me sentí muy tranquila de haber superado este imprevisto como un adulto responsable, por mi propia cuenta y lo más importante, sin endeudarme. Fue después de esa experiencia que entendí que el fondo de emergencia debe ser un pilar para tus finanzas personales y tenerlo te hará sentir mucho más confiado y seguro.